17 junio, 2012

Philippe Perrin, Gun, 2002
Para quien cada exposición es una pequeña muerte, y cada obra un nuevo nacimiento, el arte no puede ser otra cosa que un constante desafío. Y es precisamente ese el principio creativo de Philippe Perrin. Sus piezas constituyen un reto al intelecto, en cuanto manipula las imágenes, subvierte los signos y altera los límites entre realidad y ficción. Ello se debe a que concibe al arte como una manera de provocación tanto a la sociedad, como al propio arte y a sí mismo; y por lo tanto, en el medio idóneo para emitir juicios visionarios.

Su trayectoria creativa está marcada por un fino enlace entre pasado y presente, como en una especie de retroalimentación donde el artista construye su nueva realidad. «Nuestro pasado es nuestra historia, nuestra historia es nuestra cultura, nuestra cultura forma nuestras referencias y nuestras armas», y viene a ser el arte, entonces, un arma de expresión para Philippe Perrin y la violencia, un código representativo. Enuncia la violencia en sus diversas aristas: policial, social, deportiva, religiosa y personal, y les da a todas un matiz particular y las vincula a su marco de experiencia, puesto que cada obra es, en la mayoría de los casos, un autorretrato del artista. En ocasiones se devela bandolero (WC, 1992), boxeador (My last fight, 1990), asesino (Starkiller, 1991), en fin, protagonista de sus propias denuncias. 


12 junio, 2012

“…los objetos siempre han sido considerados un universo inerte y mudo, del que disponemos con el pretexto de que los hemos producido". J. Baudrillard


El urinario de Duchamp.
En mis comienzos de estudio en la universidad solía escuchar muy seguido de mis colegas y profesores, distintos sinónimos para referirse a la obra que realizaban, y de cierto modo influía en ellos su postura y posición ideológica con respecto al arte. Unos defendían el término "propuesta plástica", otros el termino "poéticas personales o individuales", otros "dispositivos", otros que no necesitaban ahondar mucho en estos conceptos, se jactaban por llamarlas "obras de arte". Lo cierto es que cada una de estas palabras conllevaba a una visión muy particular del -aún orgánico y controversial- concepto del arte, restringido y reducido al simple hecho del "objeto artístico".

Reproducción de la obra de
Andy Warhol.
Hoy en cambio luego de haber pensado acerca de todos estos adjetivos, me he limitado a pensar el arte como una manera a través del cual gestamos códigos renovados para que sean asimilados culturalmente, con el fin no solo de definir nuestro tiempo, sino de engendrar una nueva -y muy particular- manera de ver el mundo. Esto no es un invento mio, los artistas conceptuales de finales del siglo pasado se planteaban las mismas concepciones, asumiendo la premisa de que el arte, además de propiciar escenarios sensibles, debía promover la reflexión y la comunicación de nuevos enfoques y perspectivas a nuestra sociedad. 

Carabela de diamantes de Hirts- valorada
 en 72 millones de euros.

Si partimos bajo la afirmación de que toda representación -que es percepción del mundo- exige un objeto, y de que  "la nada" no se percibe, ni se concibe, podemos entender la voluntad humana que circunscribe a la creación del objeto artístico. Un objeto artístico como fenómeno, manifiesta ideas y/o conceptos. A diferencia del arte clásico que reflejaba ideas, desde finales del siglo XIX el arte moderno y post-moderno expone conceptos, eliminando la idea y solo quedándose con el  análisis del devenir, el suceso físico. El arte comenzó así, a ocuparse entonces de los elementos que componen la obra: la materia, la técnica y la figura que analiza en cada caso mediante estudios distintos. En el caso de la materia uno de los estudios se ha reservado la denominación de arte conceptual, lo que no quiere decir que los demás no lo sean. Es un término para una designación aunque más adecuado resulta el de arte objetual.

El grito de Munch, obra vendida por unos
 120 millones de dolares
Sin embargo, pensar el arte como "dispositivo activador", conlleva a delimitar y reducir el arte a un ámbito solo de comunicación. El arte nunca es directo, nunca ha habido alguna manifestación artística que logre posicionarse en la cúspide de la creación por el hecho de comunicarnos algo en específico. En cambio el valor que tiene una verdadera obra de arte radica en su polisemia, en su multiplicidad de significados, que dependen de la interpretación particular de cada espectador.

Una de las razones, es que el  arte aún hoy día, es tan maleable conceptualmente, que abre la posibilidad para que cada artista pueda jugar con las teorías que están relacionadas con el producto de su quehacer plástico. Por eso en muchos países la producción de objetos artístico está muy necesitada del papel que juegan los curadores y críticos de arte. Aunque debo recalcar que la exposición teórica realizada por cualquier particular puede ser objeto de errores de interpretación, ya que ese mismo carácter de amplitud que conlleva el arte, permite la entrada a la subjetividad.

Maquina de hacer Heces- Devolye

Blanca Haddad, (Caracas, Venezuela. 1972) es una artista que se inserta en corrientes artísticas como la expresionista o neo figurativas, lo vemos en su destreza y la manera de producir sus obras, sin embargo su trabajo más que técnica se basa en sensaciones y reflexiones, y en los gestos que resultan como consecuencia de su particular forma de sentir y pensar el mundo. Sabe transmitirnos toda una carga espiritual a través de su obra. Su filosofía de vida gira en torno al valor de lo talismanes. Sin pretender ser maniquea, ella sabe que la gran potencia de su expresión proviene de lo “oscuro” y de ese crisol desde donde surgen los contenidos más intensos.

Sus lienzos y poemas generan un discurso evocador, nacido de una espiritualidad fantástica que nos invita a reflexionar sobre problemas sociales, religiosos, políticos, así como sobre las dificultades y desafíos que protagonizan los sectores marginados en los países latinoamericanos y del mundo, en general.

Despliega una cosmovisión muy particular al seguir los pasos transitados por los grandes maestros del expresionismo europeo. Se destaca también por su dedicación al arteterapia que desarrolla con un grupo de pacientes psiquiátricos, en pos de convertir el arte en un medio de transformación de la sociedad. Además, no solo es una excelente creadora plástica, sino que ha incursionado en diferentes modalidades estéticas de la palabra, pues sus poesías también han sido publicadas en varias ocasiones.

07 junio, 2012


El espacio de las galerías ha sido alternado desde los comienzos de la etapa postmoderna. En las últimas décadas del siglo XX el arte sufrió también disímiles cambios, tanto formales como conceptuales, pues comenzó a hacer un llamado de atención mucho más claro hacia los problemas que acontecían mundialmente. Dejó de concebirse como un fenómeno pasivo, solamente observador. Recientemente, la aparición de nuevos métodos de creación ha condicionado la producción artística contemporánea que se mueve por los más destacados recintos internacionales.

Tal es el caso de la artista brasileña Laura Lima, (Río de janeiro, Brasil) una artista polifacética que desarrolla  instalaciones, dibujo, performance. y que en su ultima propuesta NOVOS COSTUME (Nuevos hábitos), integrada por un conjunto de “esculturas–vestimentas” realizadas en vinil–cristal, crea el  espacio perfecto para la interacción publica con su obra, ya que todas sus "vestimentas" están pensadas para que sean vestidas por el público. Laura Lima es una de esas creadoras que prefiere salirse del espacio y de los códigos tradicionales de exposición, en beneficio de una mayor interacción con las personas.

En la obra de Laura Lima, el cuerpo humano no está separado de otros materiales. Es una de las preferencias creativas de la autora. Lo estudia y lo equipa con accesorios varios o con disfraces, como en este caso. El cuerpo constituye la plataforma principal para el despegue de la imaginación y la creación de la hacedora, y para probar la sensibilidad del espectador contemporáneo. Lima articula los enlaces que existen entre los organismos y los diferentes objetos que los rodean, y los expone a la variada interpretación que provoca el empleo de un material específico. El uso de espejos en el procedimiento, el lugar donde se desarrollan las acciones y los resultados obtenidos de la interacción de todos estos elementos, complementan su obra.


Miguel Ángel Belinchón Bujes, más conocido como Belin, es un grafitero profesional español nacido en la ciudad de Linares (provincia de Jaén). Está considerado como uno de los artistas grafiteros más importantes de Europa.

Intervención actual
La cultura ibérica y el grafiti se unen desde hoy en el yacimiento de Cástulo, situado a unos 5 kilómetros de Linares (Jaén), donde Belin, considerado uno de los grafiteros más importantes de Europa, realiza una intervención de arte urbano en el módulo de oficina y almacén.
La imagen de un ibero con una esfinge alada, encontrada en el propio yacimiento, es la portada principal de la obra, que el artista pinta durante esta semana, y que irá completando con imágenes de distintos restos arqueológicos encontrados a lo largo de los años.

Esta intervención artística se realiza en la caseta de materiales del yacimiento, como comienzo de la segunda campaña de excavación en el Proyecto FORVM MMX, en el que el año pasado trabajaron más de 250 voluntarios durante seis meses buscando las entrañas del foro romano de la ciudad de Cástulo, y en el que se utilizaron las últimas técnicas de prospección.
Belín ha señalado, en declaraciones a Efe, que aunque ha trabajado en museos y en lugares relacionados con la cultura es la primera vez que lo hace en un sitio con tanta historia como es un yacimiento arqueológico.
Este grafitero linarense hace la mayor parte de su trabajo fuera de España, y, de hecho, en unas semanas se trasladará a distintos lugares del mundo donde tiene proyectos, como Holanda, Líbano o Estados Unidos.

La ciudad romana de Cástulo, que era el último puerto fluvial del Betis y paso de varias vías romanas, fue construida en el siglo I y abandonada entre el siglo II y el IV.
Sin embargo, su importancia fue menor que la anterior ciudad ibérica, capital de la Oretania, lugar de nacimiento de la princesa ibera Himilce, mujer del cartaginés Aníbal, y escenario de la Segunda Guerra Púnica.

05 junio, 2012

Desde las últimas décadas del siglo XX, las prácticas artísticas han reconfigurado sus significados, tanto como sus espacios de desarrollo o exhibición. Al romper la barrera que existió durante muchos años entre el arte y la vida, la estética posmoderna dio paso a una contemporaneidad que utiliza nuevos instrumentos y plataformas para expresar sus inquietudes o, simplemente, manifestarse.

Del trabajo del brasileño Marlon de Azambuja podremos apreciar propuestas como su serie Potencial escultórico, donde el marcado interés del creador por las intervenciones en estructuras arquitectónicas o en el mobiliario público nos inclina a plantearnos interrogantes sobre sus verdaderas intenciones: ¿qué significados encierra su obra? Elena Vozmediano (Crítico de arte contemporáneo) subrayó una inevitable conexión, aunque con las debidas diferencias, entre las acciones realizadas por de Azambuja en los espacios públicos y los célebres envolvimientos de Christo. En su ultima muestra durante la Bienal de la Habana 2012, se pudo observar cómo este artífice colocó cintas adhesivas sobre disímiles objetos o conjuntos de los paseos citadinos; el procedimiento de embalaje temporal de lugares o monumentos lo relaciona directamente con el artista Christo, quien utilizaba tela u otros materiales para «empaquetar» edificios o cubrir extensas áreas. La presencia del envolvimiento, en el caso del búlgaro, o de la cinta adhesiva en la obra del brasileño, opera  con el cambio de visualidad del entorno y provoca una nueva apreciación de él. Al ofrecer estos nuevos puntos de vista Marlon de Azambuja desafía al espectador con la ambigüedad como esencia y estrategia de la sensibilidad postmoderna; así diría la Doctora María Elena Jubrías (autora del libro "Ver y comprender las artes plásticas").

04 junio, 2012

HOY ES ARTE.- La Biblioteca Nacional de España (Madrid) abre sus puertas al imaginario de Leonardo da Vinci (1452-1519) y lo hace mostrando los Códices Madrid I y II, dos obras que pertenecen a su etapa de madurez científica. Para difundir estos dos códices y los trabajos realizados sobre ellos, la BNE organiza ahora la exposición El imaginario de Leonardo.


Leonardo da Vinci, además de uno de los grandes pintores italianos, es el paradigma del genio renacentista, interesado en entender y controlar la naturaleza a través de sus ingeniosos estudios sobre anatomía, botánica, ingeniería, óptica, técnicas artísticas de fundición, urbanismo… y cualquier otra disciplina científica. Todos estos intereses han quedado plasmados en los numerosos cuadernos de notas que se conservan. 

Dos en España. 

Estos cuadernos pasaron a su discípulo Francesco Melzi, siendo alguno de ellos posteriormente adquiridos por Pompeo Leoni, escultor de Felipe II, quien trajo varios ejemplares a España, donde lamentablemente solo permanecieron dos, los conocidos como Códice Madrid I y II, que fueron comprados por Juan de la Espina y ahora conservados en la BNE, procedentes de la Real Biblioteca Pública creada por Felipe V. 

Entre 2010 y 2011 la Biblioteca Nacional estudió en profundidad las características codicológicas y técnicas de estos dos importantes manuscritos con la extraña escritura invertida de Leonardo, los sometió a una cuidada intervención, practicada después de un exhaustivo estudio de todos sus códices conservados, y se retiraron las encuadernaciones que no eran originales. 

Más de 600 páginas 

Este nuevo proyecto expositivo está dirigido por Elisa Ruiz, catedrática emérita de Codicología de la Universidad Complutense de Madrid, quien se ocupó del estudio introductorio a la edición facsímil de los Códices Madrid I y II. En total se exponen más de seiscientas páginas realizadas por Leonardo en su madurez. 

En ellas hay propuestas recurrentes, ultimadas y creaciones de nuevo cuño. Todo ello es una amalgama de ideas fértiles concebidas en forma de imágenes. No hay un propósito de elaborar un tratamiento sistemático de temas, sino un deseo de plasmar cuantas ocurrencias, en el sentido etimológico del término, acudían a su mente. La posibilidad de conocer el flujo de un pensamiento salvaje y genial en versión autógrafa es una ocasión única en la historia de la cultura occidental. Esta exposición nos permite descubrir el imaginario de Leonardo.

03 junio, 2012

PhotoEspaña 2012 continúa las diversas líneas estratégicas, planteadas ya en la edición anterior por su comisario general Gerardo Mosquera, consistentes en posicionar el festival en un contexto de arte más que en un contexto específicamente fotográfico, en apuntalar la figura del comisario como “autor” dentro de la programación y en fijar como marco referencial los efectos de la internacionalización del arte (término que Mosquera parece preferir al de globalización), en su dimensión concreta de contacto, circulación e interconexión entre nuevos sujetos culturales y artísticos. Si en 2011 la intención era abordar la fotografía “menos en sí misma y más como base de la imagen contemporánea”, ahora la pretensión es centrarse en “lo fotográfico y no en la fotografía”, plasmando a través del programa de exposiciones de la sección oficial el importante papel que lo fotográfico ha desempeñado en la expansión del arte contemporáneo.

A dicho proceso de expansión e internacionalización de la práctica del arte contemporáneo a lo largo de los últimos años, así como a sus efectos, alude el título de esta edición: Desde aquí. Contexto e internacionalización. Un enunciado que no es nuevo para Gerardo Mosquera. De hecho, el marco teórico planteado este año viene a sintetizar, o a poner en práctica, los argumentos que desplegaba hace unos años en su artículo Caminando con el diablo. Arte contemporáneo, cultura e internacionalización, un interesante texto que afortunadamente se incluye íntegramente en el volumen temático que cada año edita el festival y que estará disponible para su descarga en la página de PhotoEspaña. Básicamente, trataría de mostrar el efecto de la descentralización de las prácticas artísticas, las interconexiones entre las esferas locales e internacionales y sus dinámicas multidireccionales, proponiendo para ello el “paradigma del desde aquí” que da titulo a esta edición. Las nuevas redes de información, comunicación e intercambio han facilitado que los contextos desde los que una multiplicidad de sujetos culturales y artísticos construyen y desarrollan sus propuestas, se hayan vuelto globales a través de su interconexión con el mundo. El contexto ya no remitiría a lo local, a un espacio cerrado, sino que sería el espacio desde el que se construye naturalmente la cultura internacional. El arte hoy se configuraría multilateralmente a partir de las aportaciones diversificadas de una multitud de sujetos desde sus diferentes culturas, experiencias, subjetividades o intereses. Este sería, sintetizando, el punto de partida argumental de un conjunto de exposiciones que mantiene el tono e incluso mejora sobre el papel, en algunos aspectos, el programa del año pasado. Un término que podría definir adecuadamente la intención de esta edición es el de “cosmopolitismo”, un cosmopolitismo descentralizado caracterizado por un juego de diálogos entre diversificación e interconexión, entre proximidad y distancia, entre originalidad y recreación.


Sin título (Habitación turquesa #5) (2007). / GINA OSTERLOH


El soviet-art es un movimiento informal que surgió en la Unión Soviética a principios de los años setenta como protesta de los jóvenes artistas contra la dominación de la corriente oficiosa de realismo socialista. Sus seguidores manejaron mucho la ironía y el sarcasmo ridiculizando los símbolos más venerados de la ideología soviética.

Uno de los pioneros del nuevo estilo fue Leonid Sókov que presenta por estos días una exposición personal en el Museo de Arte Contemporáneo de Moscú.

Las obras de Sókov es una fusión de dos civilizaciones: la sovética y la occidental. Sus grupos escultóricos juntan a Stalin con Marilyn Monroe, a Lenin con el famoso Hombre caminando de Giacometti y a personajes de historietas norteamericanas con juguetes populares rusos.

El artista suele decir que está creando una nueva mitología y advierte que sus esculturas no son caricaturas, ni chistes. Llevan al público a un mundo distinto, poblado por héroes mitológicos modernos, en un fascinante viaje por una realidad estética personalizada.

Desde niño soñó con la escultura, terminó la Escuela de Artes Stróganov y se convirtió en un
El arte contemporáneo desembarca en el Louvre con Delvoye, entre las polémicas de los puristas, que ya protestaron por la exhibición de las esculturas neo pop del estadounidense Jeff Koons y el universo manga del japonés Takasi Murakami en Versailles. 

Llegan al Louvre obras como "Cloaca", la máquina que muestra el mecanismo del aparato digestivo y produce heces. Entre ellas hay neumáticos esculpidos a mano, radiografías de fellatios amorosas estampadas en vidrios y cerditos tuatuados de poliestireno. 

También se podrá apreciar una flecha de acero de 13 metros de altura, cortada al láser con forma fálica y provocativamente llamada "Supositorio", ocupa la célebre pirámide de vidrio, mientras "Corten", una imponente escultura de metal, fue a dar a los jardines de las Tullerías. 


"¿El museo más grande del mundo se cansó de su belleza clásica, de las hordas de visitantes que no tienen ojos más que para la Gioconda, al punto de querer sorprender a los turistas?", se preguntó el diario Le Parisien. 

El público está dividido: para los que cuestionan la muestra el Louvre debe "seguir siendo un lugar dedicado al pasado", en tanto otros son entusiastas: "Siempre es arte". 

Ya en 2008 el artista belga Jan Fabre había asombrado presentando una masa de piedras sepulcrales a los pies de las pinturas de Rubens. 

Henri Loyrette, presidente del Louvre, precisó que el arte contemporáneo en realidad entró a formar parte del Louvre en 1989 con la construcción de la pirámide de vidrio del arquitecto chino Ieoh Ming Pei. Para la curadora de la muestra, Marie-Laure Bernadac, "la idea es hacer dialogar pasado y presente". 

"Hoy el arte antiguo se pone de rodillas frente al arte contemporáneo. Es el mundo que funciona al revés. Hay una desproporción increíble -dijo Delvoye- entre el interés por el arte antiguo y el contemporáneo. Una bella pintura del siglo XVII a menudo cuesta menos que una obra contemporánea". 

"No queda nada de nuestro patrimonio, ya no tenemos confianza en nuestro pasado. Y el Louvre es la coronación de esta cultura", agregó.
 

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