06 mayo, 2011



¿Serán estas noches las que me instigan a escribir?
Ha de servir para algo la frustración ¿no?. Debe ser por ella esta necesidad,
 o simplemente soy un obrero de lo que cada una de estas horas hacen de mi… justo donde el prójimo une sus pestañas con el adherente regocijo de haber sido ayudado.
Y no es una, son muchas.  Son, entre todas, una cifra suspendida que las eleva matemáticamente al infinito. Haciéndome vivir en un suspenso donde mi absorto pensar construye una escena de acción, y soy yo el enemigo acérrimo de cada desdichada e indolente noche.
Sutiles dicen ser estas palabras. En qué momento dejaron de ser proyecciones mías y se volvieron forasteras, no lo sé…
Ahora ejercen presión en sus mandatos, coaccionan dando instrucciones a mis manos. Mis desengaños son la excusa perfecta para su campaña destructiva, donde juegan a la extorsión sin nunca llegar a martirizarme, pues advierten que soy yo el andamio de huesos que sustenta su torreón de resguardo.
Y aquel insecto semejante a mí choca la ventana cristalina de un cajón hermético, utensilio, requisito ademas de los sueños del hombre que entre utopías logró concebirlo. Con el fin ultimo de apresurar las distancias. Y tras embestir miles de veces tratando de escabullirse de ese calabozo, decide darse por vencido y echar su destino al azar.
Surgió esa necesidad de aguardar, esa manifestación milagrosa de paciencia obligada, último ingenio a nuestras frustraciones donde ya la posibilidad de ser capaces de decretar nuestro fin ha sido estropeado por ajenos. Mediadores de nuestra calamidad y de toda nuestra adversidad.


0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Copyright 2010 Por si las dudas (JSs' G.).

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.