07 mayo, 2011



       Podrían haber sido días, semanas, meses, o tan solo pocas horas, intervalos de aquella confluencia.
       Y como sentencia mía, dictaminando inquietudes de guardar testimonio y darle trascendencia a aquel encuentro, de otorgarle valor material y verbal a esos sentimientos, apunto, estas comprimidas letras.
      Un cubo de polímero, rígido pero tan dúctil y transigente, mecánico, en movimiento, esparciendo energía cinética a cada milímetro de su transcurso, es testigo afónico, reservado, de cada carácter diminuto y simbólico que condensa cada gesto o mueca, de aquel instante mayúsculo, que pretendo medir con cartillas abstractas.
      Sientes un vacio colmado, un complacido saboteo,  el singular ultraje que no te aflige, eso a lo que te aferrabas y aprisionabas como a un tesoro, que estimabas y mitificabas como el bien más preciado, aquello que solo un timador discreto, autorizado además, supo usurpar.
     Y tal vez sea solo un manifestante, o un informante, trovador gerente,  partícipe de aquel despojo, donde los desperdicios se volvieron sustento, alimento para el ensueño, donde cada imagen que se presentaba, no como collage, sino tímida, pero precisa, ocupanba su tiempo y espacio, acompañada de un hocico, encargado de absolver el aire coagulado por los movimientos imprecisos del ajetreo y la conmoción.
    Y quedando sueltos, cedidos y afanados, cada cuerpo, con sus pechos vibrando, agitados, victimas del desespero y la necesidad, aquella, engendrada por miradas de deseos, por desato de aquel nudo que sujeta los complejos y la cobardía, la misma necesidad o exigencia que surge justo cuando derrumbamos la custodia de nuestra polaridad, y aceptamos la dualidad, para tocar el abismo y entender la perversidad.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Copyright 2010 Por si las dudas (JSs' G.).

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.