
Una cosa es el arte, y otra cosa es la parafernalia que lo rodea.
El arte es una vía de conocimiento sobre el mundo, mi condición como ser humano y la de otros. ARTE es Investigación a través de lenguajes no verbales y verbales donde el proceso es fundamental: el camino
MODELOS DE EXISTENCIA

Estar rodeada de mis obras me permite continuar la reflexión sobre ellas, algunas han partido de la revisión de otras, realizadas veinte años antes, y han generado propuestas nuevas. A veces tomo prestado un objeto de mi producción anterior, lo reciclo y lo incorporo a una de mis acciones corporales o performances, me es posible hacer algo así porque tengo esos objetos a la mano.
EL MERCANTILISMO EN EL ARTE. El artista y el museo.
Detesto que mis obras sean vistas por el espectador con cifras en su cabeza, porque su intención es generar una reflexión en los otros. Cuido de no contaminar mis neuronas con temas que me aleja de la reflexión sobre el arte y la vida, pues solo conducen hacia la distorsión de las búsquedas propuestas.

Mostrar en un museo no responde a un culto a las instituciones son espacios culturales alejados de todo interés mercantil y que permiten al artista expresarse de una manera directa y libre, con el apoyo logístico de un equipo de especialistas, y con na cierta ayuda financiera para aquellas obras imposibles de realizar con recursos propios.
EL ARTE ES EL ÚLTIMO REDUCTO DE LA LIBERTAD
Veo los peligros de la relación de las artes plásticas con el mercantilismo, la comercialización, porque pueden llegar a controlar la libertad creadora del artista para satisfacer el gusto de los coleccionistas, o ser manipulados por curadores mercenarios. de esta manera, el arte de ser pensamiento reflexivo y se convierte en la producción de objetos para decorar casas.
El artista que se expresa con su cuerpo, al ser simultáneamente sujeto y objeto dela obra, asume los riesgos implícitos de esta modalidad expresiva.
La libertad del espacio del arte no es gratuita, hay que defenderla día a día porque está siendo amenazada constantemente por la sociedad de consumo. Si no libramos la batalla, el arte puede convertirse en una camisa de fuerza o en una cárcel, y habrá quienes pretendan seguir llamándolo del mismo modo.
El intento por atrapar la producción visual en una definición es un imposible. Eso que llamamos ARTE es una problematización que va transformándose, como se transforma la existencia humana en el tiempo.
Caracas, octubre del 2008.
Antonieta Sosa. Revista ARTE SUR. Volumen 1-2009.
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