Emma Elinor Cesín: Los espacios ganados en las artes y la cultura no deben perderse.

La rectora de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, Emma Elinor Cesín ofreció esta semana una entrevista para el diario El Universal, en el cual parece apostar por un diálogo menos radical cuando se trata del tema de las artes y de la cultura. 

Quien hacía ya más de un año afirmaba que “Ocupar el edificio donde por tantos años se aferraron las ‘vacas sagradas’ para defender a las élites de las artes, no era una tarea nada fácil, hoy asume una postura y un discurso menos extremista; quizás las líneas de acción han sido cuestionadas y debemos tomar un rumbo de apertura. Y es que en la época de cambios que estamos viviendo, sobre todo en el ámbito cultural, no es para menos afirmar que podría ser este el comienzo para un capitulo en el Arte nacional, donde prive el debate y el consenso.

Aquí les dejo el Artículo publicado por el Universal el día lunes 05 de noviembre del 2012...

Elinor Cesín: "No debía desaparecer el Ateneo"

"Estamos en un proceso de ensayo y error, porque esta es la única Universidad de las Artes, en el país... Los espacios que se ganan en las artes y la cultura no pueden desaparecer, esos son derechos adquiridos", asegura la rectora de la Universidad de las Artes.

Concertar una entrevista con un funcionario estatal es cada vez más complicado, al menos para esta sección de El Universal. Pero con Emma Elinor Cesín, rectora de la Universidad de las Artes, es distinto. Es lunes, contesta amablemente su teléfono móvil y pauta el encuentro para dos días después. El café de la Casa de Estudios sirve como escenario de la reunión. Se nota nerviosa; al final confiesa que lo está. "Ya sabes, uno es de Caripe del Guácharo y estas cosas asustan un poco". 

Tres años lleva la Universidad en la que fuera sede del Ateneo de Caracas y por el balance que muestra Cesín, no habría razones para estar nerviosos. 

-¿Se han superado los estigmas y aprensiones alrededor de Uneartes? 

-Al principio fueron muy fuertes. Históricamente, el Ateneo de Caracas ha estado asociado con el movimiento cultural venezolano, tiene un peso, y venía una Universidad de las Artes, además muchos de nuestros docentes también asociados al Ateneo... No fue cosa sencilla hacer esa transición. Sin embargo, en su momento, yo tuve comunicación con la señora Carmen Ramia (presidenta del Ateneo), tuvimos tres meses trabajando juntos aquí, en ese proceso de transición, lo que nos obligó a ponernos de acuerdo, a hacer las alianzas que hay que hacer en el mundo de las artes y la cultura. Este era un edificio diseñado para el Ateneo, entonces se hicieron arreglos para adecuarlo a lo que es una Universidad. 

-¿Cuántos estudiantes entraron en 2009? 

-Primero entró teatro, casi 300 muchachos. Muy pronto entró danza, como unos 300 más; luego audiovisual, unos 200, y allí empezó el movimiento. Hubo que adecuar el comedor, crear una cocina que hiciera comida para 700 muchachos. Hubo que adecuar lo que era la librería para hacer la multiteca (biblioteca, la sala web, tienda de artículos de arte). 

-¿En 2010 salió la primera promoción de esta sede? 

-La Universidad se crea en mayo de 2008. La primera promoción debería salir en 2013, porque se crearon los nuevos programas nacionales de formación. Recuerda que ellos venían de los institutos (Instituto Universitario de Música, Instituto Universitario de Danza, Instituto Universitario de Teatro e Instituto Universitario de Artes Plásticas), que ofrecían licenciaturas de cinco años, pero sentíamos que era como una oferta engañosa si seguíamos en la Universidad con los mismos contenidos. Entonces hicimos unos nuevos programas que eran como de transición, que tenían mucho de lo que venía de los institutos pero que incluyeron algunos conceptos como transdisciplinariedad, formación integral e integrada. Se hizo todo un estudio curricular y así surgieron los programas nacionales de formación, autorizados y aprobados por el Ministerio de Educación Superior, y llevados al CNU (Consejo Nacional de Universidades). 

-¿Por qué algunos títulos en el área de danza no son reconocidos por el Ministerio? 

-Porque los egresados de los institutos salían con una Licenciatura en Danza, mención docencia, y eso así no lo reconoce el Ministerio. Los egresados nuestros van a ser Licenciados en Educación. 

-¿Cómo hacen quienes estén afectados por esta situación? 

-Tenemos una propuesta para hacerles un reconocimiento, unas acreditaciones, porque hay diferencias. Ellos van a tener que ver algunas materias y se les convalidará el título. 

-¿Cuántas personas están en esta situación? 

-Todos los egresados de los institutos. No tengo la cifra exacta, pero no deben llegar a 100. Son de danza y teatro, y creo que había hasta de música, que eran las que tenían la mención de docencia. El Ministerio dice que ellos no están graduados de educadores, son Licenciados en Danza, mención Docencia. En esta Licenciatura en Educación para las Artes, son Licenciados en Educación mención Danza, Teatro o Música, con un enfoque mayor hacia la Educación. 

-¿Cuántos egresarán en 2013, los 700 que entraron? 

-Creo que menos porque no han ido a la velocidad esperada. A los muchachos les cuesta salir de la Universidad, no sé si es que no quieren o es que disfrutan mucho el estar aquí. Ahorita tenemos un programa muy intenso para lograr que los del pensum viejo, los muchachos que vienen de los institutos, salgan todos ahorita. 

-Cada año siguen entrando ¿Cuántos ingresaron este año a Uneartes? 

-Unos 360 estudiantes. El año pasado entraron unos 300 también. Las condiciones de la enseñanza de las artes también es muy particular, tú no puedes masificar, no puedes meter 40 estudiantes en un salón de danza, eso es casi individualizado. 

-¿Hacen prueba de admisión? 

-Para algunas de las menciones se hace audición, ellos entran porque vienen asignados por la Opsu (Oficina de Planificación del Sector Universitario), pero si quieren ser intérpretes de danza clásica o contemporánea, ejecución instrumental, por ejemplo, deben hacer una audición. Estamos en un proceso de ensayo y error porque esta también es la única Universidad Experimental de las Artes que hay en el país. 

-El año pasado hubo críticas por un Reglamento interno casi militar y usted dijo que se revisaría con los estudiantes ¿Eso ocurrió? 

-Trajimos una propuesta para la modificación del reglamento interno, se llevó a discusión, se hicieron mesas de trabajo, pero ellos no trajeron propuestas, han estado sin mucha participación. 

-¿Entonces está vigente el mismo reglamento? 

-Sí, pero fíjate que no hay mayor ruido. Eso está en el proceso de aprendizaje integral de ellos, cómo participar, cómo se garantizan las vocerías... 

Uneartes en el oeste 

-¿La colección del Museo Jacobo Borges finalmente pasó a la Fundación Museos Nacionales? 

-Fíjate que eso no tenía colección, era un museo muy extraño, sin colección. En ese espacio se dictan clases. Ahí se crearon unas aulas, un auditorio, un centro de investigación, y allí reciben clases unas cohortes que están en formación, como Licenciados en Artes Plásticas, mención Museología, de la Fundación Museos Nacionales. El museo sigue abierto a la comunidad de Catia, ahorita se inaugura una exposición de la Universidad Nacional Abierta, las salas están permanentemente en exposición... 

-En todas partes la Universidad es foco de cuestionamiento de sí misma y de su entorno, del Estado, del Gobierno ¿Cree que Uneartes es así? 

-Sí y además estimulado por nosotros. Debe ser así, porque si no, no es un universidad. Aquí confluyen realmente todas las corrientes de pensamiento, y este es el mundo donde debe hacer vida la disidencia. Intentamos que esto se convierta en un oasis de derechos. 

-Luego de tres años, cuando aparentemente pasó la tempestad, muchos decían que el Ateneo iba a desaparecer y no ha ocurrido; Uneartes se instaló en este edificio. ¿Considera que esto fue un triunfo de la sociedad civil, de la Revolución, de los estudiantes..? 

-De la creatividad. No debía desaparecer el Ateneo. Yo creo que los espacios que se ganan en las artes y la cultura no pueden desaparecer, esos son derechos adquiridos. El mundo artístico y cultural venezolano necesita no sólo este espacio, necesita muchísimos más espacios. Yo siento que una de las cruzadas que tenemos aquí es porque el mundo artístico tiene que consolidarse y unirse, trabajar en conjunto para ir ganando esos espacios. Yo siento que esta es una ganancia para todos: los muchachos ganan en su proceso de aprendizaje; los docentes. Gana el público que tiene acceso a obras diferentes, gana la ciudad.